Por semejarse a un barco que navega envuelto en la bruma y casi perdido a la vista, semejante a un 'buque fantasma', así podríamos denominar al Colegio Nacional (I.E.) Agustín Codazzi, que inicia labores en 1968, y ya arriba a sus 47 años de imprescindibles labores desde cuando brindó a la comunidad su primera promoción en 1970.
Hoy 9 de abril, la memoria con innegable trasfondo histórico nos retrotrae episodios que marcaron hitos en el discurrir del plantel que se ha visto sacudido por períodos convulsivos de agitación estudiantil ante situaciones socioeconómicas y culturales del terruño.
Ocurre para estas calendas cuando los estudiantes tuvieron la iniciativa de conmemorar colectivamente otro de los aniversarios del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, a pesar de la férrea oposición del rector Angel Ma. Palacio del Pino, quien con este gesto veía contradicha su cerril talante ultraconservador y su carácter impositivo. El alumnado siguió adelante con su organización y fue Troya. Brotó incontenible la protesta por los abusos morales y económicos del funcionario, aparte de las denuncias contenidas por su impopular gestión administrativa por parte de los más preclaros dirigentes estudiantiles.
Hubo inolvidables episodios oratorios y enfrentamientos verbales en un repleto auditorio, donde se escucharon encendidas expresiones como : "arderán los pinos y los palacios". Participé activamente en la gesta insurgente, pero los héroes estuvieron contados por su arrojo, como lo fue mi compadre Wilfrido Lozada quien asume la vocería del estudiantado, junto con otros no menos arrojados.
Claro no hubo violencia alguna, pero el resultado fue el traslado de Palacio, y en su reemplazo como nuevo rector llega a Codazzi Ricardo Rico Hernández, oriundo del banco, Magdalena, quien insufló nuevos aires y cordialidad a las relaciones con la comunidad estudiantil y padres de familia. ¡BON SORT!!
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