domingo, 7 de enero de 2018

JUAN RULFO. In Memoriam

Juan Rulfo a sus 32 años de desaparición (16.05.1918-07.01.1986+), elevó a los indios de su tierra Jalisco, huraños, desconfiados y acostumbrados al trabajo duro, junto a los criollos que allí habitan migrantes de Castilla y Extremadura, y que Rulfo identifica: "están acostumbrados a trabajar diez veces más que el campesino de la región central para producir lo mismo", gente hosca pero que ha dado a México sus pintores y compositores populares, siendo la cuna de la ranchera y el mariachi.
Desde jóvenes trazaban su objeto de vida en cruzar la cercana frontera para trabajar como jornaleros y enviar un alivio económico a su tierra deprimida azotada por las sequías, incendios, revoluciones, malas cosechas y la erosión del suelo.

Los vacíos del pasado de Rulfo él mismo intenta llenarlos: "Yo nací en lo que ahora es un pequeño pueblo, una congregación que pertenece al distrito Sayula, pero yo nunca lo he conocido, mis padres me registraron allí. Nací en la época de la Revolución, vivía en un pueblo llamado San Gabriel, que había sido muy rico, junto a Zapotitlán.Región colonizada por los encomenderos,muchos tenían antecedentes y no eran lo que aparentaban; ellos  concentraron a la población en unos pocos centros principales. Los últimos 50 años han sido de insolación, llevados a la ruina por la inclemencia y los vientos del desierto. Son gente hermética de la que no se sabe cómo subsisten.Las campesinas, muchas rubias ojiazules, son pobres y andan descalzas, pues nunca existieron allí grandes haciendas ni ricos propietarios. Casi todo el mundo ha emigrado, y  otros se han quedado para no dejar a sus muertos. El paisaje mexicano en un 45 por ciento es desierto absoluto. Los vivos están rodeados por los muertos".

La infancia de Rulfo, como los de muchos huérfanos pobres transcurre en internados religiosos, dolor que expresa muy sentido: "Es algo difícil crecer sabiendo que la cosa de donde podemos agarrarnos para enraizar está muerta". 
En 1933, a los 15 años se va a México a continuar sus estudios. pobe y son amistades, de empleos ocasionales como contador y conocedor un poco de leyes y diversos cursos de literatura, para internarse también en los laberintos burocráticos del  Departamento de Inmigración por diez años. Después de avatares en su peregrinar se dedica a los guiones de cine, pero luego se dedica a agotadoras jornadas en el Instituto Indigenista, pero la inacción era crónica y el lo afirmaba: "En México estamos estabilizados en un punto muerto".Él no sabe cómo llegó a la literatura, y le echa la culpa al cura de San Gabriel en épocas de guerra, de cuya biblioteca de novelas de aventuras, recorrió el mundo ancho y ajeno, hasta cuando en en 1940 resuelve dedicar sus mayores esfuerzos a escribir, para desahogarse de esa soledad en que vivía.Afirma que luchó para alcanzar la simpleza absoluta,  con personajes sencillos del campo de Jalisco que hablan un castellano  y  vocabulario escueto del siglo XVI; el resultado fue la recopilación de cuentos El llano en llamas, publicado en 1953. Y más adelante corona su breve pero brillante carrera de escritor de dos obras espectaculares con la publicación en 1955 de Pedro Páramo, con lo cual no fue un renovador, sino un tradicionalista, en lo que precisamente radica su fuerza y su fama.                                                                                                                      ____________________________________                                                                                              tapiatietjenjairo@gmail.com    -  [ https://jttietjen.wordpress.com/ ]




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