jueves, 13 de noviembre de 2014

Tortura en "El Acoso" de A. Carpentier


*Hace ´poco una amiga me decía que le parecía inconcebible que la 'tortura' fuera empleada como recurso literario. No me sorprendí, pero le dije que por este blog le haría llegar -en su bunker boyacense-, un fragmento de tan manido recurso para ablandar conciencias y alcanzar fines escabrosos, y nada menos que de la autoría del famoso autor que escribe en clave cubana el proceso de su terror que lo hace delatar a sus compañeros estudiantes, y la persecución posterior que también a él le arrastra desde la conciencia ; sin más preámbulos :    - ¡Bon Sort!! -

(. . . ) "Dentro de algunos minutos sería puesto sobre el camino de la vejez, privado de pálpitos futuros, de posesiones innumerables, muerto para otras carnes. Su realidad se quebraba, se desgarraba, bajo las luces encendidas sobre su cara, como las de una sala de operaciones, al sonido de voces cada vez más próximas  -espantosamente acrecidas por la resonancia de aquella galería de bajo adarve-  que hablaban de herirlo en su lozanía, de emascularlo, de malograrlo, de evirarlo. Las manos que se acercaban a su rictus, el sudor de sus miembros, exasperaban la aprensión de un dolor que le hubiera dolido menos en otra región de su ser. Ahora vendría el desplome de todo; una muerte anterior a la muerte, que habría de sobrellevar a lo largo de inacabables días sin abrazos, cargando con el peso de su propio cadáver. La primera mordida de una pinza le arrancó un grito de bestia, tan largo y desolado, que los otros, tratándolo de cobarde, se lo acallaron de una  bofetada. Y cuando volvió a sentir el metal sobre su piel recogida, clamó por la madre, con un vagido ronco que le volvió en estertor y sollozo a lo más hondo de la garganta. Y, con los ojos fijos en las luces que le llenaban las pupilas de círculos incandescentes, abriendo las manos sobre lo suyo, con gesto de recobrarlo, de atraerlo a sí, de reintegrarlo a  su carne, empezó a  hablar. Dijo lo que quisieron" ( . . . ) ALEJO CARPENTIER, El Acoso, 1979.

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