Decía Voltaire: "El primero que comparó una mujer con una flor fue un poeta; el segundo, un imbécil!". Esta frase depura conceptos para precisar características de dos autores sureños muy discutidos por saber quién plagiaba al otro: el uno argentino, Córdoba (1874-1938+), Leopoldo Lugones, y de Montevideo, Uruguay,Julio Herrera y Reissig, (1875-1910+).
Lugones y Herrera, recorrieron el pentagrama simbolista y el retoricismo victorhuguesco, junto al barroco decadente en sus respectivas líricas. Manejan complejidades metafóricas, temas exóticos, riqueza verbal y la refinación esteticista del modernismo, impregnados de la exquisitez romántica con su aventajado dominio, sabia expresión y fuerza imaginativa, que en Herrera, alcanza su plenitud en "Los éxtasis de las montañas y Los parques abandonados", del cual tomamos el poema en tercetos,"El enojo"; Por su parte Lugones, de quien destacamos "Conjunción", de "Los Crepúsculos", fue seguido en su credo estético por muchos entusiastas : "Denomínase poesía toda composición destinada a expresar una emoción de belleza por medio del lenguaje musical. Sino hay verso, falta, pues, uno de esos dos elementos capitales, y no hay poesía. Podría haber emoción, ideas poéticas; no poesía realizada". ¡Bon Sort!!EL ENOJO
Todo fue así : sahumábase de lilas / y de heliotropo el viento en tu ventana; / la noche sonreía a tus pupilas, como si fuera su mejor hermana . . . // Mi labio trémulo y tu rostro grana / tomaban apariencias intranquilas, / fingiendo, tú, mirar por la persiana, / y yo, soñar al son de las esquilas.
¡ Vibró el chasquido de un adiós violento . . . ! / cimbraste a modo de una espada al viento ; y al punto en que iba a desflorar mi tema, // gallardamente, en ritmo soberano, desenvainada de su guante crema, / como una daga, me afrentó tu mano. ( J.Herera y Reissig )
CONJUNCIÓN ( L. Lugones )
Sahumáronte los pétalos de acacia / que para adorno de tu frente arranco, / llenó toda la tarde con su gracia. // Abriose con erótica eficacia / tu enagua de surah, y el viejo banco / sintió gemir sobre tu activo flanco / el vigor de mi torva aristocracia.
Una resurrección de primaveras / llenó la tarde gris; y tus ojeras / que avivó la caricia fatigada, / me fantasearon en penumbra fina, las alas de una leve golondrina / suspensa en la ilusión de tu mirada.
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